Me enseño muchas cosas, no solo sobre un noviazgo si no sobre la vida. Me enseño a compartir, a no callarme, a decir lo que siento, me enseño a amar, a enojarme, a perdonar, a pedir perdón, me enseño miles de cosas pero lo mejor fue que me enseño la felicidad absoluta. Estando con él no me importaba si la gente hablaba mal de mi, no me importaba los problemas en casa, no me importaba problemas económicos, no me afectaban discusiones de otras personas, nada, no me importaba ni si quiera si estaba arreglada y linda porque sabia que tenia a una persona a la cual yo le parecía hermosa, recién levantada, en plena madrugada, enferma, comiendo, enojada, transpirada, despeinada, lo que fuere, yo le seguía pareciendo hermosa y eso me hacia sentir segura. Pero no todo es así, la seguridad y la confianza se ganan con miles de actos y se pierden con tan solo uno, que es la traición.
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