domingo, 12 de agosto de 2012


Ya no me pinto mi sonrisa nueva para recibirte.
Ya no me muero por besar tus labios ni quemar tu piel. 
Ya no me rompo la esperanza a golpes contra tu inconsciencia. 



Murió mi paciencia y ahora estoy despierta y no me quedan ganas para verte más. Ya no recuerdo que me hizo un día quedarme a tú lado. Por más que quiera no recuerdo qué pude encontrar en ti.  He estado ciega demasiado tiempo, y ahora estoy cansada de seguirte el juego. Cuando nazca el alba estaré muy lejos, muy lejos de ti. 

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