miércoles, 12 de diciembre de 2012
Solo quería estar flaca
Me miraba al espejo y lloraba, no era feliz, me daban ganas de cortarme toda hasta dejarme esquelética lloraba e iba corriendo a los brazos de mi mamá a decirle que estaba gorda, que haga algo. Busque mil maneras de adelgazar, iba corriendo al almacén de la esquina de mi casa a pedirle a Jose, el dueño, que me vendiera yogures para transito lento, llegaba a mi casa con una sonrisa, me sentaba en la esquina del patio a tomar los mil yogures que había comprado, esperaba ir al baño y liberar todo lo que había comido con eso, después iba a mi pieza, me miraba devuelta en el espejo, me ponía de perfil, mientras una mano sostenía la remera que llevaba puesta en ese momento, y con la otra me tocaba la panza, quería notar diferencia, verme flaca pero no lo lograba, entonces, era un día mas de llantos hasta la madrugada, un día mas de infelicidad y frustración en eso pensaba hasta que me quedaba dormida. Al otro día, la misma rutina frente al espejo, me seguía viendo no gorda, obesa, entonces empece a hacer gimnasia a escondidas de mi familia, mientras ellos dormían yo transpiraba en silencio en mi pieza, intentando quemar todas las calorías que había consumido, y no podía no había resultado, un día más de llantos hasta la madrugada, un día mas de infelicidad y frustración Al otro día, creí que la solución eran pastillas para ir de cuerpo, no podía comprar yo de esas a la edad que tenia, entonces, la unica opción era robarlas del armario con remedios que todavía esta en mi casa, yo cada vez más desganada y flaca, según los demás, pero yo lo único que veía frente al espejo era una chica obesa. El mundo afuera es muy cruel, te juzgan enseguida, te hacen sentir perseguido, horrible, pobre y miles de adjetivos que no son lindos, yo, no quería formar parte de los insultados por el mundo y como no encontraba resultado con los mil inventos para adelgazar, llegue al punto de estar tirada, abrazada al inodoro provocandome el vomito, para adelgazar, y si funciono, creía que me hacia bien, que esa era una forma de comer sin problemas y no engordar, creía que había encontrado la felicidad, así fueron los meses, hasta que mi mamá me descubrió me mando, al medico, al tradicionista al psicólogo y a la endocrinóloga Era cada día de la semana tenerlo ocupado por un doctor distinto, era tomar medicamentos todo el tiempo, que ahora que entiendo las cosas, no era un psicólogo era un psiquiatra que me amenazaba con internarme. No se cuando, ni como pero me "recupere", me veía "bien", flaca, linda, tal como yo quería Pasaron los años y entre en una depresión por pelearme con una persona realmente importante en mi vida que ame como a nadie. Eso me llevo a dejar de comer, inconscientemente Lo único que hacia era dormir, levantarme para ir al colegio, no comer, y volver a acostarme a la cama a llorar, así era cada día horrible de la semana. Una vez, mientras dormía mi mamá noto que estaba muy flaca, al punto de que se me notaba cada hueso de mi cuerpo, hasta los menos visibles, me llevo a un nutricionista, me dijo que me tenían que internar, que estaba pesando 39 kilos y por mi edad y mi altura eso era para ser tratado desde una clínica, me largue a llorar pidiendo ayuda, me dijo que si lo tratábamos podíamos evitarlo, me mandaron devuelta a la psicóloga Tenia anorexia, nunca nadie lo supo porque me daba vergüenza, solo decia que estaba con bajo peso. Y ahora que estoy bien, soy consiente de todo lo que hice y lo que pase, me doy cuenta la importancia de todo, que no quiero volver a no poder estar más de 15 minutos parada porque me mareaba de lo poco que comía no quiero volver a tener que tomar remedios ni tener toda mi semana ocupada con doctores y mucho menos que me estén amenazando con internarme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario